miércoles, 13 de julio de 2011

Crónica de una muerte anunciada (El Fútbol en declive)



Buenos días desde La Caverna.

Desde siempre se ha dicho que el Fútbol es el deporte que más adeptos tiene en todo el mundo, el que más ingresos genera, el que es capaz de parar el planeta entero a consecuencia de una retrasmisión, en definitiva, el Rey de todos los Deportes.

Desde mi punto de vista al Fútbol le pasa lo que a las marcas buenas, que llega un momento que da igual lo malo que sea el producto que por el mero hecho  de ser de una marca crea tendencia y todos nos lo acabamos comprando, porque es así, porque todo el mundo lo hace, porque si lo fabrica y diseña X… ha de ser bueno por lógica. No siempre es así y eso es lo que hace que según qué productos con el tiempo se vuelvan rancios, previsibles y obsoletos.

En esa batalla contra el estancamiento se encuentra la FIFA año tras año, aportando medidas que en algún caso sí que han contribuido a mejorar los partidos pero la gran mayoría se han mostrado del todo ineficaces. Yo creo que es porque les falta ese punto de valentía que es necesario para darle a las cosas un vuelta definitiva, quizá fruto del temor de estropear lo que ya de por sí económicamente les funciona, no vaya a ser que echen a perder la gallina de los huevos de oro y aquellos que viven acomodadamente de este deporte tengan que buscarse la vida en otra cosa.

El resultado de todo esto es lo vimos la temporada pasada, partidos que se presumían interesantes y espectaculares  no fueron más que un alegato a la especulación y a las prácticas antideportivas, dejando en entredicho si merece la pena pagar más de 30.000 € para ver estos partidos trascendentales que se llegó a alcanzar en la reventa o si los derechos de televisión han de seguir siendo tan jugosos y tan mal repartidos.

Desde mi punto de vista no es aceptable el modo de entender el fútbol actual y para eso está la FIFA que, con su comité de sabios en los que figuran  personajes ilustres de este deporte, son los que han de tomar las medidas oportunas para que los partidos vuelvan a apasionarnos por lo bello del juego y no tengamos que estar meses enteros oyendo comentarios, insultos y menosprecios a consecuencia de lo ocurrido dentro del terreno de juego, que con unas normas modernas y adaptadas a las circunstancias actuales podría conseguirse fácilmente. Mucho cuesta que equipos como el Barça o Ársenal realicen un fútbol virtuoso para que luego acaben siendo maltratados por reglas de juego obsoletas y demostradamente poco eficaces.

Criticar es muy fácil, de hecho es uno de los deportes nacionales de este País, por eso quiero argumentar esta columna con propuestas para dinamizar los partidos.

1.       TARJETAS.
¿Quién no considera injusto que un jugador sea expulsado del terreno de juego por protestar y quitarse la camiseta y sin embargo no lo sea por haber dado cuarenta patadas durante el partido?
Yo creo que todos estamos de acuerdo en que este sistema actual está fallando estrepitosamente. Desde mi punto de vista debieran diferenciarse las tarjetas de acciones disciplinarías de las meramente deportivas, eso se conseguiría creando una nueva tarjeta (azul, verde, es igual, de otro color) la cual se sacara siempre que un jugador protestase, se encarara con un adversario, se quitase la camiseta, simule una agresión y esas tonterías que son las que luego te dejan con un jugador menos. Estas tarjetas debieran sacarse siempre y sin excepción, sin especular en la circunstancia, siendo la acumulación de 2 ó 3 tarjetas motivo para ser expulsado del terreno de juego durante 10 ó 15 minutos. Si ese jugador es expulsado momentáneamente del partido al menos en dos ocasiones esto debería acarrear su expulsión definitiva y además suspensión.

Las tarjetas amarillas como hasta ahora, pero siendo riguroso en  la norma al respecto de varias cuestiones, como por ejemplo, para evitar especulaciones, si un jugador da una patada a otro sin tocar balón esto deber ser tarjeta amarilla siempre, si agarra de la camiseta también, amarilla siempre y si la falta la comete el último defensa y el atacante va en dirección a portería (que no quiere decir que tenga que ir en línea recta, puede escorarse a un lado u otro) pues amarilla también, siendo Roja si se produce dentro del área. Lo importante de esta norma es que se saquen siempre y no se produzcan interpretaciones, que son las que nos hacen luego disentir en el criterio.
Para sacar una roja directa debiera apreciarse agresividad, lo cual podría entenderse en los casos (por ejemplo) en los casos en que la entrada dejase al descubierto una  herida, que el impacto se produzca con el pie si este está por encima de la altura de su cadera o ya agresiones del tipo cabezazos, punetazos, etc. siempre y cuando dejen una marca en el adversario reveladora de que se ha propinado con la debido fuerza como para denominarse agresión, que estamos cansados de ver a jugadores que parece que los han matado y después de ponerles agua milagrosa se recuperan al instante.

2.       EXPULSIONES.
Como ya he indicado antes, la expulsiones podrían ser temporales o definitivas, éstas últimas con matices que ahora explicaré. Las temporales por acumulación de las tarjetas nuevas por actos de disciplina. Las definitivas por acumulación de 2 suspensiones temporales, 2 amarillas o roja directa, siendo la novedad que se permitiese sustituir al jugador por otro del banquillo para intentar que nunca se jueguen partidos con inferioridad numérica, como en el baloncesto que solamente ocurre cuando ya no te quedan jugadores para sustituir. Eso sí, la expulsión no puede salir “gratis” y lo que se debiera endurecer sería la suspensión posterior y la multa.
En el aspecto de los entrenadores, para evitar situaciones ridículas de entrenadores sentados al lado del banquillo, aquel que sea expulsado deberá ir al vestuario inmediatamente, siendo considerado como agravante para la posterior suspensión el quedarse en las escalerillas, ir a la grada, palco o tribuna VIP. En caso de encontrarse suspendido debiera guardar una distancia de al menos 15 – 20 metros respecto a su banquillo ya que constitucionalmente no se puede impedir que una persona asista a un recinto en el que se celebra un evento público o de interés social.

3.       SUSTITUCIONES.
¿Cómo  es posible que con el ritmo frenético de competición, la carga de partidos y lso múltiples viajes que ha de hacer un equipo medio solamente puedan hacerse 3 cambios por partido?
Mi propuesta es que se puedan hacer todos los cambios que se quieran, sin límite, pero con  una regla básica, con  el juego sin detenerse y la salida y entrada de los jugadores deberá hacerse desde su propio banquillo, no pudiendo entrar el sustituto hasta que el sustituido se haya sentado en el banquillo, para evitar triquiñuelas en jugadas que se desarrollen por esa banda. ¿No estaría bien que los porteros,  que algunos han ganado Mundiales o Champions sin haber jugado un solo minuto, tengan su oportunidad de jugar y estar siempre con el ritmo de competición adecuado? ¿No sería adecuado que los canteranos pudieran jugar unos minutos y si no les va bien los cambien sin “hipotecar” el número de cambios disponibles para afrontar nuevas situaciones del partido? ¿No estaría genial que en los partidos con  prórrogas los jugadores estuviesen menos cansados y que así el físico primase menos que la técnica?
¿de qué sirve tener una plantilla de 25 jugadores si luego cada partido pueden jugar como máximo 14 y algunos juegan 5 minutos?
Desde mi punto de vista esto haría progresar a muchos jugadores que ahora no tienen la oportunidad de hacerlo.
4.       FUERA DE JUEGO.
Junto con los Penaltis, la situación de juego que más polémica levanta y yo me pregunto ¿Porque es la FIFA tan reacia al uso de la tecnología? Aprendamos de los Americanos y del Tenis, en donde si es necesario se juzga por televisión o hay un “ojo de halcón” que sin duda alguna te ofrece la solución en bandeja. Estamos cansados de ver que cualquier cadena de Televisión tiene un programita informático que en cuestión de segundos te saca una imagen que te dice si existe fuera de juego o no, pues ¿a qué esperamos?
Mi propuesta es que por defecto en caso de un Fuera de juego simplemente dudoso que acaba en gol no se pite, que los equipos dispongan de un máximo (por ejemplo) de 3 peticiones por partido del “ojo de Halcón”, entonces el cuarto árbitro (que no sirve para nada) en esas circunstancias mira su pantallita y a continuación proyecta la jugada en los video-marcadores, indicando si la jugada (y en consecuencia, el gol) es válido o no. Sencillo, rápido y sin lugar a réplica. Los jueces de línea al igual que los del tenis han de ser capaces de soportar la presión que resulte de saber que se han podido equivocar, de igual manera que llevan muy bien cuando aciertan. Estoy convencido que el resultado de muchos partidos sería mucho más justo que actualmente, además de que se le daría un uso conveniente a la figura del cuarto árbitro que cuesta una pasta y sirve para poco. Si esto se rápidamente no debe parar en exceso los partidos.

5.       PENALTIS.
¿Cuántas veces hemos oído esto de que se ha ganado o perdido un partido por un penalti? Muchas ¿no? Pues esto también debe acabarse, no parece nada lógico y mucho menos justo que un partido pueda decidirse por una acción aislada en un partido ¿es que los 89 minutos anteriores no sirven para nada?
Aquí la propuesta no va en el sentido de la tecnología, sino más bien en la de aplicación del reglamento. Para empezar en ningún sitio del reglamento se indica que dependiendo del lugar en donde se cometa una acción podrá considerarse falta o no, al contrario, lo que dice el reglamente es que si se comete una falta en el área entonces debe considerarse Penalti ¿cuántas veces hemos oído de los tertulianos de la tele que “no es suficiente contacto para poder pitar un penalti”? No tiene sentido, si es falta, es falta y si ésta se produce en el área entonces hay penalti, claro y sencillo. En fútbol sala se pitan penaltis a mansalva y en baloncesto tiros libres en una cantidad  bárbara ¿por qué en fútbol no podemos hacer lo mismo? Si se pitasen 14  penaltis por partido (por ejemplo) seguro que nadie podría decir que han perdido por uno de ellos.
Lo mires por donde lo mires no tiene sentido la aplicación actual, no es lógico pitar falta por un empujoncito y sacar tarjeta amarilla en el medio del campo porque resulta que es una falta “táctica” para cortar una contra y que una falta dentro del área que seguro tiene mucho más peligro de gol no se pite, teniendo la certeza de que ese mismo contacto en el medio del campo se hubiera pitado, que lo hemos visto muchas veces. Y luego lo de las tarjetas, que parece que todos los penaltis han de llevar tarjeta, pues no, solamente conlleva tarjeta si lo merece la acción, no por el hecho de ser penalti, que ya bastante castigo supone.
Falta en el área, Penalti. Como ya no se protestarían tanto al haber muchos más se tirarían rápidamente y el juego seguiría sin más, además habría más goles con lo que se evitaría que los equipos especularan con “amarrar” el resultado ya que un penalti se podría pitar en cualquier momento, no como ahora, que resulta de lo más excepcional.
Con  todo esto además los árbitros de área estos que se han inventado también perderían su sentido, pues para un gol fantasma que hay cada temporada ya se pueden inventar algo tipo “ojo de Halcón” y como jueces decisivos en las jugadas del área son como los jueces de línea… NULOS, o sea, que otro pastón que se ahorran los equipos.

Pues estas son mis propuestas para darle más dinamismo a este deporte que tanto nos apasiona. Si  queréis opinar al respecto os invito a que dejéis vuestro comentario pertinente además de participar en la encuesta que se encuentra en  el lateral de la página. Mira que sería grande que de aquí saliese una propuesta y nos escucharan…

Saludos,
Foxmulder.

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