miércoles, 5 de marzo de 2014

Carta a Miguel Cardenal (Secretario de Estado para el Deporte)



Estimado Sr. Cardenal.

El motivo de esta misiva no es otro que mostrarle mi sorpresa e indignación al leer su columna de opinión en el diario "El País" titulada "Orgullosos del Barça".
Que los políticos tienen sentimientos e inclinaciones no es nada nuevo, es natural y comprensible pues detrás de un cargo público suele encontrarse una persona, o eso pensamos los que creemos en el Estado de Derecho. Lo preocupante de su columna de opinión está en lo que deja entrever y las dudas que suscitan sus comentarios sobre dos de los tres pilares de la Democracia, el poder Ejecutivo y el Judicial.

Ha de tener usted en cuenta que la trascendencia de sus palabras no puede ser nunca la misma que la de cualquier otro ciudadano ya que ostenta un cargo público de cierta relevancia, lo cual entiendo tuvo usted en cuenta a la hora de redactar su artículo que dicho sea de paso, se entiende como algo meditado y trabajado y no una mera salida de tono "en caliente", ante lo cual desde mi punto de vista, es todavía más grave.

Mire usted (parafraseando a su jefe), usted puede opinar lo que le venga en gana pero ha de hacerlo con un tacto tremendamente exquisito, sin fisuras ni dobles sentidos porque es mucho peor una acusación velada que una acusación directa; la primera se hace de manera cobarde, escondiéndose en subterfugios e interpretaciones, la segunda a cara descubierta y haciendo frente a las consecuencias porque se tiene muy claro que está en posesión de la verdad. Usted ha elegido la primera opción, desacertada elección.

Yo en su lugar, ante una investigación judicial, no me hubiera posicionado en ningún sentido ya que ha de tener en cuenta primero que usted es Secretario de Estado para el Deporte para todos los españoles, no solamente para los que son de su opinión, lo cual ya erosiona uno de los pilares de la Democracia, el poder Ejecutivo, que en este caso se utiliza como altavoz de una sensibilidad personal dañando de paso a otro de los pilares democráticos, el poder Ejecutivo, el cual queda en entredicho a tenor de sus comentarios. Flaco favor hace usted al conjunto de los españoles dando a entender que tanto la Agencia Tributaria como la Fiscalía están actuando de manera arbitraria, por no decir que de sus palabras se puede deducir que usted no está de acuerdo en el posible exceso de celo empleado en que se investigue un posible fraude ¿es censurable que el Estado se empleé con vehemencia en la búsqueda de posibles delitos? En mi humilde opinión no, para eso está la Justicia, para dar y quitar razones a quién corresponda, sobretodo si el acusado tiene capacidad económica de sobra para poder defenderse en los tribunales.

Pero lo importante no es lo que yo piense, lo importante es que su acusación es velada y da lugar a muchas interpretaciones. Ahora usted, ante el revuelo creado, lo aclara de urgencia por decirlo de alguna manera porque en su "aclaración" vuelve a no dejar claro a quién se refería con sus comentarios, se limita a decir que no quería decir lo que parece que sí quería decir, en fin, un despropósito. El mal ya está hecho, dándose la coincidencia que la forma ha sido la misma que usted critica en su artículo, motivando a la sociedad a que haga un juicio social paralelo. Hay que ver cómo son las cosas.

Para terminar, Sr. Secretario de Estado para el Deporte, decirle que a mí, como uno de tantos ciudadanos que paga numerosos impuestos, me gustaría verlo poniendo el mismo énfasis en otros temas que quizá puedan aportar mucho más a la sociedad, como por ejemplo que se preocupe de que los clubs deportivos estén al día en sus pagos a la Agencia Tributaria o Seguridad Social, que los clubs que no son S.A.D. (que son los grandes) tengan las mismas obligaciones que una empresa normal (que es lo que son en la práctica) para que dejen de crearse "agujeros negros" que los pequeños y medianos empresarios no podemos permitirnos porque nos vigilan estrictamente o por ejemplo, que cualquier otro empresario o ciudadano tenga las mismas facilidades que los clubs de fútbol a la hora de recalificarle un terreno, o avalarlos para que los bancos les den los mismos préstamos que se nos están negando a todos. En fin, se me ocurren muchas más cosas que por lo visto a usted no.

¿Orgullosos del Barça? Por supuesto, del Barça, del Betis y de la Balompédica Linense, ahora, es mucho más importante poder sentirnos orgullosos de nuestros Gobernantes y nuestras Instituciones que son los a los que pagamos y en los que depositamos nuestra confianza ¿no lo cree usted así? Espero que sí. Piense que cuando uno recibe tantas críticas igual es porque se equivoca, aunque también puede pensar que el que se equivoca es el resto del mundo y que usted y Vicente del Bosque son los únicos que tienen la razón; todo es posible.

Sin otro particular espero que tenga usted un muy buen día, si su conciencia se lo permite, claro.

Atentamente,

Foxmulder (es un seudónimo)

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